El desarrollo de un estilo de vida físicamente activo constituye un objetivo para todas las personas. Se ha demostrado que la actividad deportiva reporta beneficios indudables para la salud y hay estudios que asocian en la práctica del deporte y la actividad física con el menor consumo de tabaco, alcohol y problemas de obesidad. La actividad física se ha utilizado con éxito para el tratamiento de la obesidad, la hipertensión y otras enfermedades crónicas. Asimismo el hábito de vida sedentaria se ha relacionado con enfermedades del adulto como: hipertensión, diabetes, arteriopatía coronaria, etc.
Por estas razones es importante tomar en cuenta las recomendaciones sobre los hábitos apropiados de actividad física, como base para mejorar la salud, uno de los factores que debemos de considerar al iniciar un programa de acondicionamiento físico es el iniciar con un apropiado calentamiento, ya que una correcta entrada en calor permitirá rendir mas, tener un menor riesgo de lesiones y fundamentalmente disponer del máximo de energía para disfrutar plenamente de la actividad que se va a realizar ( Ver Imagen 1 ).
El presente documento contiene una investigación sobre como las personas realizan o inician una actividad física o deportiva, y el tipo de calentamiento que hacen o no hacen durante su sesión deportiva.
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